Alimentar a un recién nacido con biberón, ya sea utilizando leche materna expresada o fórmula, es una excelente oportunidad para establecer un vínculo con tu bebé. Aquí tienes algunos pasos y consejos para asegurar una experiencia positiva tanto para ti como para tu pequeño:
Preparando el Biberón- Limpieza: Asegúrate de que tus manos y todo el equipo de alimentación estén limpios antes de preparar el biberón.
- Preparación de la Leche: Sigue las instrucciones para preparar la leche materna o fórmula. Si usas fórmula, presta atención a las instrucciones del fabricante para la relación correcta entre agua y polvo.
- Chequeo de Temperatura: La leche debe estar tibia, no caliente. Prueba unas gotas en el interior de tu muñeca para asegurarte de que esté a temperatura corporal.
Alimentando a tu Recién Nacido- Posición Cómoda: Sostén a tu bebé en una posición semisentada, apoyando su cabeza y cuello en el pliegue de tu brazo. Asegúrate de que esté cómodo y seguro.
- Ángulo del Biberón: Mantén el biberón en posición horizontal, inclinándolo lo suficiente para llenar la tetina con leche. Esto minimiza la cantidad de aire que tu bebé traga y les permite controlar el flujo de leche.
- Tetina a la Boca: Frota suavemente la tetina contra los labios de tu bebé. Cuando abra la boca, deja que chupe la tetina. La tetina debe estar llena de leche, no de aire.
- Alimentación a Ritmo Propio: Permite que tu bebé se alimente a su propio ritmo, tomando descansos para eructar. La alimentación a ritmo propio imita la lactancia materna, dándole al bebé el control sobre su ingesta.
- Cambio de Lado: Aunque estés alimentando con biberón, cambiar de brazo a mitad de la alimentación puede ayudar en el desarrollo visual y ofrecer un cambio de paisaje para tu bebé.
Después de Alimentar- Eructar: Los recién nacidos necesitan que se les haga eructar durante y después de la alimentación para liberar el aire que pueden haber tragado. Sostén a tu bebé contra tu pecho o hombro, o siéntalo en tu regazo, apoyando su pecho y cabeza con una mano y dándole palmaditas suaves en la espalda con la otra.
- Desechar la Leche No Usada: Si utilizas fórmula, desecha cualquier leche que tu bebé no termine. Si es leche materna, puedes refrigerar y utilizarla en la siguiente alimentación si no se terminó en la primera hora.
- Limpieza: Limpia y esteriliza a fondo todo el equipo de alimentación después de cada uso para prevenir el crecimiento de bacterias.
Consejos Adicionales- Alimentación Responsiva: Busca señales de que tu bebé tiene hambre (como girar la cabeza hacia el biberón) o está satisfecho (como girar la cabeza alejándose del biberón) y responde en consecuencia. Evita forzarlo a terminar el biberón.
- Conexión y Comodidad: Usa este tiempo para el contacto piel con piel y para interactuar con tu bebé a través de charlas y contacto visual. Alimentar con biberón puede ser una oportunidad de vinculación tanto como la lactancia.
- Evitar Propagar el Biberón: Nunca uses un biberón apoyado, ya que puede aumentar el riesgo de asfixia, infecciones de oído y caries.
Si encuentras dificultades en la alimentación o tienes preocupaciones sobre la ingesta o la salud de tu bebé, consulta con un pediatra para obtener orientación y apoyo.