Determinar si tu bebé está recibiendo suficiente leche materna es una preocupación común entre las nuevas mamás. Aquí hay varias señales que pueden ayudarte a saber si tu bebé está obteniendo suficiente leche:
- Pañales mojados: Cuando tu bebé tenga entre 5 y 7 días, debe tener al menos 6 pañales mojados en 24 horas. La orina debe ser de color pálido y de olor suave.
- Pañales sucios: En los primeros días, tu bebé debería tener al menos 3 a 4 deposiciones cada día. Después de la primera semana, algunos bebés pueden tener menos deposiciones, pero las heces deben ser amarillas y de textura suave o líquida.
- Aumento constante de peso: Aunque la mayoría de los bebés pierden peso en los primeros días después del nacimiento, generalmente recuperan su peso al nacer alrededor de los 10 a 14 días. Después, un aumento de peso saludable es un buen indicador de que están recibiendo suficiente leche. Se espera que tu bebé gane entre 4 y 7 onzas (113-200 gramos) por semana durante los primeros meses.
- Sonidos de deglución: Durante las tomas, deberías escuchar un ritmo de succión y deglución, lo que indica que tu bebé está ingiriendo leche. Un suave “kah” o un sonido de deglución suave es una buena señal.
- Cambios en los senos: Tus senos deberían sentirse más suaves y menos llenos después de amamantar, lo que indica que tu bebé está extrayendo leche de manera efectiva.
- Comportamiento del bebé: Un bebé bien alimentado suele parecer satisfecho y contento después de comer. Debería tener períodos activos y demostrar un desarrollo y crecimiento normales.
- Frecuencia de alimentación: Los recién nacidos suelen amamantar entre 8 y 12 veces en 24 horas. Las sesiones de alimentación pueden durar entre 20 y 45 minutos, pero esto varía ampliamente según el bebé y la hora del día.
Recuerda, cada bebé es único y lo que es normal para uno puede no serlo para otro. Si te preocupa que tu bebé no esté recibiendo suficiente leche o si tienes dificultades con la lactancia, consultar a un consultor de lactancia o a tu pediatra puede proporcionar asesoramiento y apoyo personalizado. Ellos pueden evaluar tu técnica de lactancia, revisar el peso y el crecimiento de tu bebé, y ofrecer soluciones si hay problemas.